domingo, 29 de octubre de 2017

1vs1 con 2 porterías

JUEGO
OBJETIVOS: entrada, definición, regate, conducción
DURACIÓN: 10
CATEGORÍA: -
INTENSIDAD: alta


OBSERVACIONES:
Puede hacerse progresivo, es decir, primer uno contra uno, después dos contra dos, etc.
Los ataques tienen que ser rápidos

martes, 17 de octubre de 2017

Rondo con tiro

RONDOS
OBJETIVOS: tiro lejano, entrada, pase, interceptación
DURACIÓN: 12-15 minutos
CATEGORÍA: -
INTENSIDAD: -


OTRAS VARIANTES:

domingo, 8 de octubre de 2017

¿Es el fútbol base un organismo sano?

Hoy en día, se presume de haber “profesionalizado” el fútbol base de los diferentes clubs de España pero aún no somos capaces donde hemos llegado realmente. ¿Qué supone para clubs y entrenadores este fenómeno? ¿Cómo estorban ciertos aficionados en la educación? ¿Qué factor juegan los padres? ¿Los árbitros se han visto influenciados? Estas cuestiones las abordaré desde las experiencias vividas en los campos de fútbol. También quiero puntualizar que son casos reales pero no se pretende generalizar.

Empezamos por los clubs, y es que parece que hemos olvidado el carácter educativo en valores del fútbol base. Muestra de ello son todos los niños descartados por ser “menos buenos” que otros compañeros. La mayoría de veces solo se trata de diferentes ritmos de desarrollo. En cualquier caso, un niño o una niña nunca debería ser echado de ningún deporte. En el nivel I de entrenador se estudia didáctica aplicada y educación en valores, sin embargo, parece que se ha tomado como una asignatura de relleno en el momento en el que se priorizan los resultados al desarrollo y la educación.

Relativo a los árbitros tengo que advertir que, por lo menos en mi zona, tienen un gran nivel y compromiso con el aprendizaje de los niños, sobre todo los denominados “de la vieja escuela”. No todo lo nuevo es mejor. Hechos como hacer que se den la mano después de cada falta parece solo una miguita de pan pero GRACIAS, alguien os lo tenía que decir. A pesar de ello, la temporada pasada tuve que frenar, obviamente mediante la palabra, a un árbitro “recién salido del horno” que pretendía sacar una tarjeta amarilla a un niño del otro equipo en un partido de … ¡PREBENJAMINES! ¿De qué sirven las tarjetas a esas edades? Lo diré yo: para cohibir a los jugadores y provocar que jueguen con miedo en actos defensivos. Siempre abogaré por enseñar y explicar con palabras y ejemplos.

He dejado a los padres y madres para el final aunque merecerían un texto a parte. Empecemos por las familias que quieren que su hijo sea mejor que Leo Messi. La semana pasada me vinieron unos padres ofendidos argumentado que a su hijo lo había puesto en el C (el supuesto equipo de los más flojos) y que el coordinador le había dicho que su hijo no era un jugador profesional (obvio, solo es un niño). Es que no quiero tener que ir a pueblos por ahí para perder todos los partidos y nunca se sabe, igual en el futuro juega en primera división son algunas de las frases con las que me azotaron como látigos. ¿De verdad no se dan cuenta que con cosas así entorpecen la educación en valores que ejerce el entrenador-monitor? Ya se lo digo yo, su hijo no va a llegar a ser un profesional de este deporte, y si es de esa diminuta minoría que lo consigue, ojalá no esté cerca y su hijo o hija se haya podido formar como persona a pesar de usted. Debí habérselo dicho, pero me educaron en valores como el respeto mis padres y mis entrenadores (profesores, etc).

Si habéis llegado hasta aquí me gustaría regalaros esta perla por vuestra atención. Ayer entrenaba la Selección Nacional en nuestra provincia y como premio por comportamiento llevamos a varios equipos a ver a sus ídolos al estadio. Los niños y niñas formaban por parejas, guardando una fila que ni los adultos guardaban. Estaban asustados por el jaleo y empujones por lo que avanzaban poco a poco. ¿Cuál fue la reacción de un “hombre” adulto? ¡Venga coño, que asco de niños! Y se dedicó a empujarlos. Otra vez mi “maldita” educación me hizo pararlo con respeto. Por favor, empecemos a pararle los pies a este tipo de personas que ensucian el deporte.


Mi conclusión es que, si el fútbol base fuera un organismo vivo, habría que extirparle varios tumores para que pueda seguir adelante.